En el Perú hay un dilema que experimentan los clientes que acuden al sistema bancario, se nos paga poco por nuestros depósitos, pero se nos cobra mucho por los préstamos que tomamos. Económika consultó a dos expertos para entender este problema.
¿Qué es el spread bancario y cómo nos afecta? Quizá no sea la conversación más popular para la sobremesa, pero vale la pena echar un vistazo. En términos simples, es la diferencia entre la tasa de interés activa (la que nos cobran por nuestros préstamos) y la tasa de interés pasiva (la que se paga por los depósitos).
El Perú está entre los diez países con el spread más alto del mundo; hasta hace dos años, según el Banco Mundial (BM), ocupábamos el sétimo puesto. Esto aclara en algo por qué recibimos tan poco por nuestros depósitos bancarios y se nos cobra tanto por los créditos que solicitamos; pero ¿por qué ocurre esto?
Riesgo
El subgerente de estudios económicos de la Asociación de Bancos (Asbanc), Alberto Morisaki, el punto central del problema radica en el riesgo. Sucede que las tasas de interés que se asignan a los créditos son más altas cuando el riesgo que se asume es mayor, y eso ocurre con las micro y pequeñas empresas (mypes), las que significan el 99% del universo de empresas que operan en el Perú.
“Si se le entrega un crédito a una gran empresa, el monto es mayor que si se le otorga a una mype. Sin embargo, los costos operativos son menores en el caso de los préstamos entregados a una gran corporación; no ocurre lo mismo con las empresas chicas, en las que hay mayores costos operativos.”
Además, los clientes que entran por primera vez en el sistema financiero o que no tienen historia son más riesgosos.
Esa realidad debe reflejarse en las tasas de interés, más aún cuando los bancos son los responsables por los créditos que entregan, los cuales se otorgan de los depósitos de las personas que confían en las entidades financieras.
Para Carlos Urrunaga, economista del Centro de Negocios de la Universidad Católica (Centrum), el problema del spread es de larga data y genera que de cada 100 nuevos soles, los bancos generen 25 de utilidad y los restantes 75 se destinen a gastos administrativos (40 nuevos soles) y un 20% del total cubrirá provisiones por riesgo, cuando la tasa de morosidad está por debajo de 3%. “Uno se pregunta por qué la tasa de interés activa es notoriamente más alta que la pasiva; para averiguarlo hay que conocer a dónde se destinan los ingresos de los bancos.”
La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) señala que en 2013 las tres cuartas partes de los ingresos de las entidades financieras representan gastos diversos, y la cuarta parte es utilidad, precisa Urrunaga.
Parte del problema tiene que ver con los gastos no financieros que asumen los bancos, entre ellos las provisiones para los créditos directos (es decir, el dinero para cubrir las malas deudas). En el Perú, el índice de morosidad bordea el 3%, pero el nivel de provisiones del sistema bancario es de alrededor del 20%.
Fuente: Suplemento Económico del Diario oficial el Peruano. Economika. Edición N° 88. Julio 2014.