Uno de los factores fundamentales en el desarrollo del comercio es la logística. Sin embargo, es necesario que estos costos sean cada vez más competitivos para continuar impulsando el crecimiento económico del país.
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El transporte es esencial para la viabilidad económica de un país, pero cuando no está lo suficientemente estructurado para lograr su fin, tiene un impacto negativo en el sector productivo.
De acuerdo con el profesor de Supply Chain Management de la Universidad de Tennessee, John Bell, el costo de la logística significaría entre el 10% y 12% del producto bruto interno (PBI) promedio de los costos totales comerciales, dependiendo el país, pero igual de representativo es, si se tiene en cuenta que entre el 60% y 70% de ese costo se encuentra estrechamente relacionado con el transporte.
“El transporte representa un alto porcentaje del costo de la logística, una porción bastante grande del PBI de un país. Gastamos mucho dinero en infraestructura, transporte y gasolina, lo que para las empresas también representa amarrar grandes inventarios y tener productos sin vender. El reto es cómo reducir el tiempo del transporte”, manifestó el especialista.
Asimismo, Bell precisó que al comprar un producto, el usuario también está pagando el transporte; e hizo hincapié en que un servicio bastante complejo, como el de nuestro país, tiene un impacto adverso en las industrias.
“Con estrategias de reducción de costos y con talentos que manejen la cadena de suministro y entiendan el proceso de la logística se puede ser mucho más eficiente”, aseveró.
Filosofía
El profesor de Supply Chain Management de la Universidad de Tennessee destacó los valores del Lean y su combinación con el Six Sigma, filosofías que ayudan a evaluar, mejorar, alinear y hacer más limpio un proceso para una mejora continua y una mayor rentabilidad.
“En la logística moderna se busca movilizar las mercaderías del almacén a los centros de distribución sin pérdida de tiempo; y también eliminar toda actividad que no crea valor. Para ello, la filosofía Lean y el Six Sigma nos muestran que se pueden eliminar desperdicios que existen en la cadena de suministro, particularmente en el transporte”, refirió Bell.
Otra área motivo de preocupación de las empresas y que se relaciona con el transporte es la de los almacenes, donde el Lean y el Six Sigma pueden hacer mucho para reducir tiempo y espacio.
La filosofía Lean, creada en 1988 y extendida a grandes empresas, ofrece una estrategia global para la reducción de los desperdicios en las operaciones de fabricación y de servicio.
Además, se implementa mediante herramientas de control de calidad y de mejora, como el Six Sigma, que se concentra específicamente en la reducción de la variación y controla de cerca las mejoras. Ambos enfoques sirven para construir organizaciones más eficientes y eficaces, con niveles más altos de calidad y bajo costo.
Eliminar
Según Bell, la cadena de suministro cuenta con fases en donde no hay actividad y que deben eliminarse.
- Los inventarios extras (stock acumulado).
- La sobreproducción que a veces esconde y amarra el dinero de la compañía.
- El transporte innecesario.
- Los tiempos demás.
- Los flujos innecesarios como el movimiento de personas o equipos que no añaden valor al producto.
- Los defectos en los procesos.
- Los empaques, los cuales deben ser más simples y ligeros, ya que no le interesan al consumidor final. Fuente: Suplemento Económico del Diario oficial el Peruano. Economika. Edición N° 86. Año-2014.