Analizar la competencia directa e indirecta, comprobando sus resultados en estrategias de negocio concernientes a comportamientos, instrumentos, actividades, tecnologías, tendencias, adaptándolos como propios, es sinónima de incrementar el rendimiento en los procesos logísticos.
Con el objetivo de generar mayor satisfacción en los clientes o consumidores, optimizando los procesos al menor precio posible, el fenómeno de competitividad toma cada vez más fuerza dentro del entorno empresarial. Por lo tanto, el posicionamiento de una compañía con respecto al resto de las pertenecientes a la competencia es un factor determinante a la hora de medir el desempeño propio frente a las demás empresas.
En ese orden de ideas, se puede definir el benchmarking como el hallazgo de un punto de referencia con el objetivo de saber cuál es su posición relativa frente a un grupo de compañías pertenecientes al mismo sector industrial y económico. Asimismo, técnicamente se puede explicar cómo una referencia o medición estándar de comparación consistente en la implementación de estrategias para entender y adoptar otras provenientes de socios externos que participan en negocios semejantes.
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El benchmarking logístico pretende enfocar su investigación en cómo conseguir una logística integrada que abarque las áreas de producción, comercialización, abastecimiento y distribución. Puesto que la evolución de éstos, los procesos logísticos anteriormente mencionados, han presentado una significativa perdida en la eficacia para operar en un entorno competitivo. En consecuencia se genera la necesidad de empezar un proceso de crecimiento y cambio principalmente en la cadena de producción, abastecimiento y distribución.
Según María Rey, directora ejecutiva del Latín América Logistics Center (LALC), (Latin America Logistics Center ha sido una organización que ha transmitido conocimiento en logística a lo largo de los últimos 12 años) “en el benchmarking externo competitivo participan empresas que están en un mismo sector, en la misma región y naturalmente pueden ser competidoras en el mercado. En éste se puede realizar por ejemplo, benchmarking de prácticas y procesos. Es decir, no solamente cuál es el número sino cuál es la mejor práctica o la actividad que está por detrás de eso.
Este tipo de benchmarking se utiliza como herramienta de mejoramiento continuo y de aprendizaje”.
Aspectos a medir
Con respecto a los aspectos a medir en las compañías de la competencia, es de vital importancia tener en cuenta los indicadores de costo, tiempo y calidad, debido a que estos son determinantes para adquirir ventajas en precio, rapidez en las entregas y confiabilidad. Según LOG y CA (organización que ofrece a la comunidad empresarial productos y servicios en Logística para la toma de decisiones de cambio en la Red de Valor)y el Centro Latinoamericano de Innovación en Logística (CLI): “La encuesta anual de CEOs (encuesta internacional de mucho prestigio) número 27 de Industry, mostró que productividad y rentabilidad son los indicadores más importantes para la toma de decisiones”.
¨Las empresas líderes están reduciendo el costo y construyendo una cadena de abastecimiento financieramente eficiente con la ayuda de tres áreas foco: finanzas tecnología y visibilidad¨ reveló un estudio en Supply Chain Finance Benchmark reportado en el 2006.
El Centro Latinoamericano de Innovación en Logística (CLI) argumentó: “Para algunos autores que han teorizado sobre la relación entre finanzas y cadena de abastecimiento, los gerentes de esta última suelen medir su aporte al desempeño de la compañía a través del costo operativo perdiendo de vista el efecto directo e indirecto que la gerencia de cadena de abastecimiento tiene en cuatro catalizadores básicos: crecimiento en ventas, reducción del costo operativo, eficiencia de capital fijo y de trabajo”.
Según el concepto de Rey, es fundamental poner en consideración que el tema de los costos es una oportunidad de mejora para América Latina en general. “Todavía tenemos costos muy superiores a los de países como Estados Unidos, por cuestiones de infraestructura, combustibles y distancia frente a los mercados. Vemos con mucha satisfacción un aumento de la velocidad de los procesos: despachos más rápidos, tiempos de cargas y descargas más cortos. Existe énfasis en el tema de velocidad, lo cual implica que muchas compañías están mejorando su competitividad en este tema, y logran ser un proveedor más veloz”, afirmó la directora.
Además refirió que “hay que hacer un seguimiento a todo el movimiento financiero, de gestiones, de cambio de negocios y ver cuál es el impacto en los indicadores. De alguna forma, el benchmarking siempre va un paso atrás, porque tiene que esperar a que los hechos sucedan primero. Y luego, cuando uno empieza a ver los resultados al final del año, y ve que algo no resultó como el año anterior, hay que empezar a buscar las razones”.