En un post anterior de ANÁLISIS DE INVERSIONES, no se ha tenido en cuenta la forma en que se iba a financiar la inversión, sino que solo se comparaban los beneficios antes de intereses y después de impuesto con el capital inicial invertido. Ahora pues, una vez examinados los planes de financiación, se tiene suficiente información para analizar un proyecto de inversión en su totalidad, teniendo en cuenta, además de la rentabilidad, otros aspectos como el coste de capital, la liquidez o el valor económico agregado del proyecto.
Todos estos aspectos, tal y como veremos a continuación, son fundamentales a la hora de decidir si se lleva a cabo un proyecto de inversión o no, pero también son cruciales a la hora de captar financiación para la compra de los recursos necesarios para llevar a cabo el proyecto. Y es que para cualquier inversión que no se pueda financiar con los recursos disponibles por el inversor o empresa se necesitará financiación externa, ya sea mediante accionistas o prestamistas. Ante esta situación, para que accionistas o prestamistas quieran depositar su confianza en el proyecto, se tendrá que presentar un análisis de resultado de un proyecto en el que cuanta más información se proporcione, mucho mejor para afrontar el proceso de negociación de captación de capital.
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Por una parte, los accionistas para invertir en el proyecto pedirán una retribución a cambio que supere a las rentabilidades ofrecidas por el resto de inversiones en el mercado con un nivel de riesgo similar. Así pues, se fijarán en los indicadores de rentabilidad, creación de valor y recuperación de la inversión, lo que no significa que el resto de indicadores del análisis técnico no sean importantes para ellos. Mientras, los prestamistas, a lo que se tiene que devolver el dinero prestado en un plazo acordado, se fijarán más en los indicadores de liquidez y el nivel de deuda previsto para financiar la inversión, lo que no significa que el resto de indicadores del análisis no sean importantes para ellos.
Para comprender mejor los conceptos teóricos, seguiremos un ejemplo común para todos los métodos de selección de inversión, viendo en cada caso qué proyecto es mejor.
En el siguiente cuadro aparecen cuatro proyectos, con los flujos de caja generados durante los 5 años de duración estimada. Note usted que en los flujos de caja ya se incluyen los rendimientos de la inversión teniendo en cuenta los gastos generados por la financiación de dicha inversión.
CUADRO 1: ANÁLISIS DE UN PROYECTO EJEMPLO
AÑO | A | B | C | D |
0 | -20 000 | -20 000 | -20 000 | -20 000 |
1 | 2 000 | 0 | 2 000 | 4 000 |
2 | 17 000 | 0 | 4000 | 6 000 |
3 | 2 000 | 6 000 | 6 000 | 9 000 |
4 | -2 000 | 15 000 | 9 000 | 9 000 |
5 | -9 000 | 25 000 | 22 500 | 12 000 |
La inversión inicial del proyecto son 20 000, con una duración de 5 años y un coste de capital (WACC) del 10%. Se supone un mismo WACC para todos los proyectos para simplificar el ejemplo aunque, como hemos visto, en la realidad este WACC sería diferente para cada proyecto, ya que el coste de capital depende de la forma en que se financia la inversión.
VAN
El Valor Actual Neto (VAN) de un proyecto de inversión es el valor actualizado de los flujos de caja esperados durante el número de años en que la inversión estará en funcionamiento. Mientras en el análisis propiamente de inversiones, se consideraban como flujos de caja los beneficios antes de intereses y después de impuestos (BAIDE) menos las inversiones adicionales, para así aislar el rendimiento de una inversión de la forma en que se financia, ahora se incluirán estos flujos de caja a los coste de la financiación, ya sea mediante capital propio o deuda financiera. De este modo, una inversión creará valor si el importe actualizado de los flujos de caja futuros es mayor al importe de inversión inicial. Por lo tanto cuanto mayor sea la diferencia entre los flujos de caja actualizados y el capital inicial invertido, más valor creará la inversión.
Como se ha comentado anteriormente, si el proyecto de inversión consiste en crear una empresa, el número de años en que ésta estará en funcionamiento es infinito, ya que todo empresario monta una empresa pensando en que nunca va acerrar. Así, a partir de un determinado momento ya no estimaremos los rendimientos anuales, sino que incorporaremos el valor residual de estos rendimientos, es decir, la renta perpetua de los infinitos flujos restantes., esta renta perpetua se actualizará a una tasa de actualización “k” y supondremos que crece a una tasa de crecimientos “g”.
La fórmula para calcular el VAN de un proyecto es la siguiente:
Donde:
- “I”=es la inversión inicial necesaria para la puesta en funcionamiento del proyecto.
- “FC”= son los flujos de caja obtenidos cada año, fruto de la diferencia entre el rendimiento de la inversión y los gastos de financiación.
- “WACC”= es la tasa de actualización o coste de capital.
- “VR” =es el valor residual de los rendimientos perpetuos.
Una vez obtenidos los flujos de caja que genera el proyecto, se tienen que actualizar estos flujos al momento inicial de la inversión. Esta actualización se hace teniendo en cuenta tanto el coste de la deuda (intereses) como el coste del patrimonio neto (rentabilidad exigida por los accionistas). Así, la tasa de actualización o coste de capital será la media ponderada entre el coste de la deuda financiera y el coste de los fondos propios, siguiendo la fórmula:
- “ke”=es la rentabilidad exigida por los accionistas o coste de oportunidad de los beneficios reinvertidos.
- “kd”= es el tipo de interés.
- “%PN”= es la proporción del Patrimonio Neto sobre el total de la estructura financiera.
- “%P” =es la proporción de Pasivo sobre el total de la estructura financiera.
- “(1-t)” = es el efecto impositivo de los intereses.
Así pues, hay cuatro factores que inciden en el VAN de un proyecto:
- La inversión inicial: Cuanto menor sea, más probabilidades de que el VAN sea positivo, es decir, que el proyecto cree valor.L
- Los flujos de caja futuros: El rendimiento anual esperado de la inversión menos el coste de financiar esta inversión. Cuando mayor sean, más probabilidades de que el VAN sea positivo.
- El número de años que la inversión estará en funcionamiento. Si los flujos de caja son positivos, cuanto más años dure la inversión, mayor será el VAN.
- La tasa de actualización de los flujos de caja. Esta tasa, conocida como WACC, representará el coste medio de obtener financiación para la inversión, cuanto menor sea la tasa, más probabilidades hay de que el VAN sea positivo.
Ejemplo
Analizando los cuatro proyectos del ejemplo de el CUADRO 1 con el método de Valor Actual Neto, y aplicando la fórmula anteriormente descrita, obtendríamos los siguientes resultados.
VAN A = – 9 583, 92
VAN B = 10 276,12
VAN C = 9 749,71
VAN D = 8 955,05
Así pues, elegiríamos el proyecto B al ser el que más valor actual neto tiene. Igualmente, los proyectos C y D al tener un valor actual neto positivo tambien se podrían llevar a cabo ya que la inversión da unos frutos superiores al desembolso inicial, mientras que el proyecto que se rechazaría por completo es el A, ya que no se recupera la inversión inicial con los flujos de caja futuros.
TIR
La Tasa Interna de Retorno (TIR) de un proyecto es la tasa de actualización que iguala los rendimientos futuros con el valor de la inversión inicial, es decir, la tasa de actualización que hace que el VAN sea cero. Del mismo modo, esa tasa interna de retorno indicará la rentabilidad en términos porcentuales del proyecto, es decir, cuánto dinero generará el proyecto por cada Sol (moneda de circulación oficial en el Perú). Por tanto, cuanto mayor sea la TIR, más rentable será la inversión. Así, si el VAN es positivo significará que el proyecto ofrece una rentabilidad mayor a la tasa de actualización calculada WACC, o lo que es lo mismo, la TIR de la inversión será mayor al coste medio del capital. Igualmente, si el VAN es negativo no significa que la inversión no sea rentable, sino que será menos rentable que el coste medio del capital WACC. Ejemplo Analizando los cuatro proyectos del ejemplo de el CUADRO 1 con el método de la Tasa Interna de Retorno, y aplicando la fórmula anteriormente descrita, obtendríamos los siguientes resultados.
TIR A = – 200% TIR B = 21.03% TIR C = 22.03% TIR D = 23.49%
Considerando la TIR como la rentabilidad ofrecida por el proyecto, si solo se pudiera escoger uno se optaría por el proyecto D, ya que es el que ofrece una mayor rentabilidad suponiendo que todos tienen un riesgo similar para el inversor. Igualmente, los proyectos B y C serían atractivos para el inversor, ya que ofrecen rentabilidades positivas, pero no tan altas como las del proyecto D. el proyecto que se rechazaría por completo es el A, ya que ofrece una rentabilidad negativa. Estos resultados obtenidos con el criterio TIR concuerdan con los obtenidos con el criterio VAN, ya que si tenemos en cuenta que la Tasa Interna de Retorno es la tasa que hace que el VAN tenga un valor igual a 0, al obtener anteriormente unos valores del VAN positivos con un WACC del 10%, sabíamos que las rentabilidades ofrecidas por los proyectos con VAN positivo serían mayores que la tasa de actualización utilizada.
PAYBACK
El payback es un método estático de selección de inversiones que nos indica el número de años que se tardará en recuperar la totalidad del importe invertido, teniendo en cuenta los cobros y pagos que generará el propio proyecto, es decir, los flujos de caja estimados. En este sentido, un proyecto será más interesante cuanto antes se recupere el importe invertido. Ejemplo Siguiendo con el ejemplo anterior, si comparamos la inversión inicial de cada proyecto con los flujos de caja estimados, el proyecto en el que se tardarían menos tiempo en recuperar la inversión inicial sería el proyecto A.
VAN A = – 20 000 + 2 000 + 17 000 + 2 000… 3 años VAN B = -20 000 + 0 + 0 + 6 000 + 15 000…4 años VAN C = -20 000 + 2 000+ 4 000 + 6 000 + 9 000…4 años VAN D = -20 000 + 4 000 + 6 000 + 9 000 + 9 000…4 años
Fuente : Análisis y Selección de inversiones / El Comercio S.A